martes, 4 de octubre de 2011

CAPÍTULO 4: LA TEORÍA DE SISTEMAS COMO BASE PARA CONSTRUIR UN NUEVO PARADIGMA

Si hay alguna teoría científica que nos ayude a comprender la complejidad de los problemas y sus relaciones en función de los determinantes, es la “Teoría de Sistemas”. Esta teoría, concebida por el Austriaco Ludwig von Bertalanffy[1], define nuestra realidad o sistema como un todo, unificado, compuesto por partes, componentes o subsistemas interrelacionados e interdependientes y separados por unos límites identificables de su entorno, ambiente o supra sistema.

Así mismo, esta teoría establece que todo sistema está sometido a cuatro leyes, las cuales son importantes conocerlas por sus implicancias en nuestra búsqueda de un nuevo paradigma para la solución de problemas complejos:

Ley de la entropía

Según Bertalanffy, esta Ley establece que todo sistema tiende al estado de desorden o caos, y cuanto más caótico es, este pierde su capacidad de procesar y captar energía. Esta ley también establece que si bien todos los sistemas tienden a la entropía, los sistemas abiertos (sistemas sociales, biológicos, etc.) son los únicos que pueden combatirla, introduciendo entropía negativa (también denominada negentropía) procedente de su ámbito interno o de su propio entorno. Por lo tanto, la negentropía es el proceso inverso a la entropía, la cual es definida por el paso de un estado de desorden aleatorio o caos a otro estado de orden previsible.

Un ejemplo al respecto es la forma como se desarrolla el tránsito o tráfico en una ciudad, el cual tiende a ser caótico. Sin embargo, al introducir señales y reglas de tránsito, y vigilar su cumplimiento, se puede lograr un ordenamiento del mismo (negentropía externa), pero también se da el caso que ante la ausencia de señales y reglas, son los propios conductores quienes auto regulan este subsistema tan solo por su interés en llegar pronto a su destino, lo cual se conoce como negentropia interna o también denominada auto regulación.

Ley del holismo

A través de esta ley Bertalanffy establece que un sistema debe ser considerado como un todo y afirma que lo que afecta a una parte del sistema, repercute sobre la totalidad.

Por ejemplo, si falla una de las piezas de un artefacto o equipo, el funcionamiento del artefacto o equipo se ve afectado. Igualmente, si hay un problema en algún miembro de una familia u organización social, la familia o la organización en su conjunto se ve afectada como sistema, y esta consecuencia a su vez es causa de mayores problemas en cada miembro que la integra.

Ley de la sinergia

Según Bertalanffy, el principio de la sinergia establece que los resultados que logra un sistema son mayores que la simple sumatoria de los resultados que cada una de sus partes puede generar en forma independiente. La sinergia puede ser positiva o negativa.

Por ejemplo, en una escuela ninguna de las partes de ésta (profesores, aulas, recursos, libros, alumnos, etc.) produce por sí sola personas formadas para ser miembros activos de una sociedad, lo cual sí se logra producir si todos estos componentes actúan en forma conjunta. Así mismo, si bien la escuela puede producir sinergias positivas en cuanto a la formación de nuestros niños, aquellos niños que viven en familias disfuncionales están expuestos a sinergias negativas producidas al interior de su hogar, lo cual repercute en su formación y desarrollo dentro y fuera de la escuela.

Ley de la recursividad

Mediante este principio, Bertalanffy establece que todo sistema es subsistema de otros sistemas de orden superior, cuyas características replica y comparte, y con los cuales está en interrelación e interdependencia. En otras palabras los sistemas menores son representación de los sistemas mayores y viceversa.

Un ejemplo clásico de la recursividad, es el ser humano, que está compuesto por sistemas, y estos a su vez por órganos y estos a su vez por células; y hoy en día, el proceso de clonación nos demuestra que a partir de una célula podemos crear nuevamente el mismo órgano, sistema y hasta el propio ser humano.

De igual modo a nivel de los sistemas sociales, las personas tenemos patrones de comportamiento individual que replican y representan los patrones de comportamiento o de cultura organizacional que se dan en nuestro propio espacio social, sea este nuestra familia, nuestra comunidad, nuestro centro de trabajo o de estudios, todo lo cual retroalimenta y refuerza que dichos patrones se mantengan y sean parte de nuestra vida diaria, lo cual toma el nombre de “patrón cultural”.

En suma, es necesario que entendamos que los problemas sociales son solo una expresión de la forma como vienen operando nuestros diversos tipos de sistemas y subsistemas en la realidad (los cuales podríamos llamar también determinantes), que están regidos por las cuatro leyes de la teoría de sistemas arriba mencionadas. Por lo que desde ya debemos considerar que los determinantes individuales, sociales, culturales, políticos, económicos y ambientales son componentes de un supra sistema y que estos tienden al caos y al desorden y generan sinergias negativas y positivas (ley de la entropía y de la sinergia) y todos estos están interrelacionados e influyen directamente en los problemas que queremos resolver (Ley del holismo y de la recursividad) y para lograr que nuestros sistemas logren desarrollo y bienestar, como parte de nuestra labor de emprendedores sociales, es necesario introducir procesos negentrópicos y producir sinergias positivas.

Por ende, se hace trascendente elaborar un nuevo paradigma para implementar procesos de abordaje realmente sistémico de los problemas sociales. Un paradigma que sustituya al actual que es y sigue tratando de implementar programas o proyectos específicos para solucionar cada uno de los problemas complejos de forma aislada o independiente, paradigma el que deberíamos aceptar como obsoleto desde todo punto de vista, y por lo tanto ineficaz e ineficiente en su posibilidades de generar soluciones sostenibles.

Por ello, es hora de reconocer que, en el paradigma lineal vigente, el campo social está plagado de proyectos temáticos orientados a problemas específicos (Proyectos de lucha contra la pobreza, proyectos para disminuir la desnutrición, proyectos de mejora de la autoestima, proyectos de lucha contra la corrupción, proyectos contra la discriminación, proyectos de reducción de la mortalidad materna e infantil, proyecto de reducción del embarazo precoz en adolescentes, etc.). Estos proyectos no consideran ni podrían considerar la complejidad y las interrelaciones de todos los determinantes que los producen, dado el paradigma en que estos se desarrollan, en donde solo se toma en cuenta algunas relaciones lineales o simples de causa efecto para el abordaje de los problemas, concebidas desde la simplicidad del “Enfoque de Marco Lógico”.


[1] Ludwig von Bertalanffy, General System Theory: Foundations, Development, Applications( New York: George Braziller Inc, 1968, edición revisada 1976)..



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